
Para que un animal sobreviva en una nueva región, es necesario que desarrolle nuevos comportamientos que le permitan el acceso a nuevas fuentes de alimento. Si el animal no es capaz de encontrar estos alimentos, los individuos no podrán sobrevivir y la población se extinguirá. Sin embargo, la necesidad de explorar nuevos alimentos puede resultar peligrosa, debido a la exposición a depredadores. Estas dos fuerzas son opuestas y por lo tanto, las ganas de exploración y la prudencia entran en conflicto. El resultado de este conflicto determinará en gran medida el éxito o el fracaso de la población en el nuevo entorno.
El estudio se realizó en Australia, en una especie de ave invasora muy abundante en las grandes ciudades australianas, la mainá común (Sturnus tristis). Los investigadores compararon experimentalmente el comportamiento de individuos provenientes de ambientes urbanizados aquellos menos urbanizados. En total, se realizaron tres tipos de experimentos con los que podían medir la neofobia - o el miedo a los objetos extraños- la capacidad de incorporar nuevos alimentos a la dieta y la innovación técnica para aprovechar nuevos recursos. Estos ensayos trataban de imitar los problemas claves a los que deben hacer frente las aves invasoras cuando se introducen en un nuevo ambiente.
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