Uno de los criterios más importantes de la sustentabilidad en las edificaciones es la selección de los materiales de construcción. Cerca de 8% de las emisiones responsables del cambio climático se generan por la producción de materiales como el cemento y el acero.
En teoría, si la arquitectura incentivara masivamente el cambio de materiales industrializados por materiales naturales locales, se podría disminuir casi 10% del problema del cambio climático mundial.Bajo esta lógica, desde distintos puntos de planeta se ha promovido el rescate del uso de materiales naturales locales como la madera, la tierra, la paja y el bambú para obras de alta ingeniería.
Un paso más adelante a la utilización de materiales naturales locales, es el concepto de la tasa de renovación, es decir, su capacidad de mantener la oferta.
En este concepto destaca el bambú por ser una de las plantas con mayor capacidad de crecimiento del mundo. Aunado a su capacidad productiva, se suman beneficios ecológicos, sociales y tecnológicos asociados a su aprovechamiento comercial.
Si aplicamos una visión sistémica, no sólo disminuiría 10% de emisiones, sino que se incrementaría la capacidad de fijación de CO2, al contribuir a la reforestación como estrategia para garantizar el suministro de material, la economía local y el desarrollo tecnológico regional.
Aunque el bambú se ha usado en la construcción desde tiempos ancestrales, no fue sino hasta inicios del milenio cuando comienza a desarrollarse una verdadera ingeniería del bambú.
Colombia, uno de los países americanos con grandes extensiones de bambusales, ha impulsado la construcción con este material y lo ha colocado como una alternativa viable en el contexto actual de cambio climático. Lo más representativo es el Pabellón de Colombia construido para la expo Hannover, primera obra pública de bambú en Alemania, con todas sus exigencias estructurales.
Actualmente, Brasil, Chile, México, China e India se han sumado al desarrollo tecnológico del bambú como material de construcción. Sus ventajas en este terreno son significativas. Su capacidad estructural se ha comparado con el acero y el concreto.
México cuenta con plantaciones formales en Chiapas, Veracruz y Puebla, y la construcción con bambú ha sido fomentada especialmente en Puebla, en donde existen al menos 20 obras de públicas de este material.
Actualmente se construye el parque Rementería, que constará en su primera etapa con más de 800 m2 de construcción con bambú y techos verdes, obra que por sus características ecológicas se espera marque el inicio de un camino hacia una arquitectura posible.
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